El origen de las Banderas

A día de hoy las banderas están presentes en cualquier parte del mundo, no sólo representando países, sino que también existen banderas de regiones, provincias, municipios, confederaciones, organizaciones, instituciones. Piezas de tela sujetas por uno de sus lados a un asta para identificar grupos de personas, para transmitir mensajes o simplemente para marcar territorio. ¿Pero cuál es el origen de estos símbolos?

Según la Enciclopedia Británica las banderas tienen su origen en el sudeste asiático, concretamente en la actual Birmania. Pero para encontrar la primera bandera documentada históricamente nos tenemos que retroceder al Imperio Persa, donde durante la Dinastía Aqueménide (550 – 330 a.C.) se utilizó ininterrumpidamente la bandera Derafsh Kaviani como símbolo identificativo del imperio. Más tarde, esta misma bandera fue utilizada por el Imperio Sasánida entre los años 224 y 651, razón por la cual es considerada por muchos la primera bandera nacional de Irán. En Europa nos encontramos que durante el imperio romano, las legiones portaban estandartes con símbolos generalmente animales, como pudieron ser las águilas o los dragones. Algunos de estos estandartes comenzaron a tener partes móviles que se movían con el viento, haciéndolos coincidir con las colas de los animales o las alas. Esta práctica poco a poco se fue extendiendo hasta que los estandartes pasaron a ser totalmente flexibles transformándose en las banderas que conocemos a día de hoy. En los siglos siguientes, las banderas comenzaron a tener varios propósitos, tales como la identificación de las diferentes clases sociales, el símbolo de religiones, ciudades e imperios y, sobretodo comenzaron a tener importancia en los campos de batalla. En los momentos de guerra, las banderas se utilizaban para identificar a las distintas unidades facilitando las estrategias bélicas coordinadas. Con el auge de las embarcaciones marinas, las banderas tomaron especial importancia para designar la nacionalidad de los barcos mercantes, así como para mejorar las comunicaciones marinas, naciendo de este modo el sistema de banderas de señales, mediante el cual las embarcaciones podían enviarse mensajes a unas distancias considerables.