Doce uvas marcan el final de todo un año y el principio acompañado de cava o champán del nuevo y próspero año nuevo esperado por todos. Año tras año, cada Nochevieja, muchos de nosotros nos sentamos delante del televisor normalmente acompañados por la familia o por los amigos a tomarnos las doce uvas coincidiendo con los doce últimos segundos del año, atrayendo la fortuna, la suerte, el amor … una tradición arraigada entre nosotros con un consumo aproximado de 500 millones de uvas. Para hablar del origen de esta tradición hemos de remontarnos al año 1909, recién entrado el siglo XX. En eso año los viticultores cosecharon una cantidad de uvas muy superior a la de otros años. Al no saber que hacer con las uvas sobrantes, decidieron entre todos repartirlas gratuitamente entre la ciudadanía alegando que en la Nochevieja éstas traerían fortuna. No está claro aún de que manera surgió concretamente y exactamente tomar 12 uvas, lo más probable es que surgiera entre la gente en modo de una apuesta de ver si eran capaces de tomar una uva por campanada, pero desde entonces hasta ahora esta tradición se ha seguido celebrando entre nosotros una costumbre llamada “tomar las doce uvas de la suerte”. Si estas se lograran tomar a tiempo, coincidiendo con las campanadas, el nuevo año traerá al que así las ha ingerido. ¿Tú te comes las 12?
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