Prueba del carbono 14

Desde hacía tiempo se sabía que los rayos cósmicos bombardean la atmósfera terrestre desde el espacio. Williard F. Libby, científico de la Universidad de Chicago, comprendió que esto debía ocasionar la formación de algunos átomos de carbono radioactivo entre los átomos de carbono normal de la atmósfera. Dedujo que, puesto que las plantas absorben el carbono del aire y luego pasa a los animales que la comen, debía encontrarse radiactividad en todas las sustancias orgánicas, es decir, sustancias vivas o que han estado vivas. Sus experimentos confirmaron este hecho en 1947.Cuando una criatura muere, su cuerpo deja de asimilar más carbono, y el carbono radiactivo (carbono 14) presente va disminuyendo con la emisión de radiación. Esta radiación reduce su intensidad a la mitad de cada 5.760 años. Libby comprendió que esto constituía un medio de determinar la edad de objetos antiguos compuestos de materia orgánica. Probó el método con la madera de un barco enterrado con el faraón egipcio Senusret III unos 3.700 años atrás. La datación del carbono 14 arrojó una antigüedad de 3.621 años. La edad de una secuoya gigante, medida con carbono radiactivo, se estableció en 2.926 años; sus anillos demostraron que tenía 2.905 años. La datación por radiocarbono se ha aplicado a rocas e innumerables hallazgos arqueológicos. Unas sandalias indias americanas enterradas por una erupción volcánica resultaron haber sido hechas hace 9.000 años. La edad de los pergaminos del mar Muerto fue confirmada en 1.917 años. Se descubrió que el último período glacial tuvo lugar hace 11.400 años y no 20.000 como se creía anteriormente. Se han hecho determinaciones de hasta 50.000 años con la técnica del carbono radiactivo, pero en períodos de tiempo tan grandes ya no hay certeza absoluta. Con éste descubrimiento, deducimos que el hombre no posee ningún límite mental. ¿Qué será lo próximo?