lunes, 5 de septiembre de 2011
Cuando el agua viaja.
La palabra acueducto nos deriva de la palabra latina, su significado es conducción de agua. El primero que construyeron llamado Aqua Apia, era un acueducto subterráneo de 16 km de longitud. Fue construido durante el mandato de Apio Claudio (llamado el ciego), por el cual posteriormente se llamó Vía Apio hacia el año 310 a.C. Tuvimos que esperar hasta el 144 a. C para ver el primer acueducto que transportaba agua sobre la superficie del suelo, llamado Aqua Marcia, concretamente situado en Roma, poseía una longitud de 90 km y fue construido por el pretor Marcio. Diez acueductos suministraban agua a la antigua ciudad de Roma, unos 140.000 m3 de agua al día. En la actualidad se encuentran porciones de ellos que todavía están en funcionamiento y proporcionan agua a las fuentes de Roma. A partir del siglo XIX el aumento de la población en las zonas urbanas obligó a realizar un salto y evolucionar construyendo nuevas formas de conducción y tratamiento de aguas, es cuando empezaron a utilizarse las instalaciones de conducción de sifón, basada en distintas presiones. Los acueductos modernos han modificado su estructura y están integrados por grandes tuberías de hierro, cemento o acero, pero lo que no ha cambiado es su función, suministrar agua a grandes zonas. “El agua es igual al tiempo y proporciona un doble a la belleza”
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