Donde el hombre deja huella

El papel ha sido el material más profusamente empleado por los hombres para dibujar y escribir. Nuevamente la aparición del papel se vio forzada por la necesidad de un nuevo soporte de transmisión y información con un fácil manejo y almacenamiento. La estimación de su descubrimiento data aproximadamente del año 3000 a.c. Los antiguos egipcios, gracias a su nivel cultural descubrieron muy pronto los méritos de tal arbusto, utilizándolo así para sus necesidades cotidianas casi durante cuatro mil años, es el papiro el más importante para Egipto por ser el soporte de escritura. La utilización del papiro fue universal hasta finales del siglo III, cuando empezó a ser sustituido por el pergamino, pero en el mundo grecorromano  no fue el único material utilizado también se utilizaron las tablillas enceradas que era muy común verlas como tapas de los evangelios y misales de gran lujo. Más tarde se dio a conocer el rollo, evolucionando hasta conocer lo que sería la primera forma del libro en la civilización antigua del mundo occidental y en Oriente conocido como el libro manuscrito “códice”, formado por un conjunto de cuadernos formados al doblar las hojas y cosidos unos a otros. Como vemos el hombre posee un afán insaciable de innovar y mejorar todo lo que sus manos tocan, en sí el papel, su material fuera probablemente de corteza de morera y su molde fuese fabricado con tiras de bambú. Hemos de destacar que el papel más antiguo conservado se fabricó con trapos alrededor del año 150. Los musulmanes mejoraron la técnica de producción de papel utilizando materiales como el algodón, lino y cáñamo. En nuestro siglo no solo el papel sirve para que el hombre deje su huella plasmando sus dibujos, pensamientos y letras sino que lo utilizamos para multitud de cosas como pueda ser  embalar un simple regalo o paquete, y a pesar de las cantidades de superficies en las cuales podemos escribir, el papel es la que mejor sigue funcionando y tiene una mayor versatilidad.