" La Lengua Madre" El eslabón perdido.

  
Hemos de comenzar diciendo que entendemos como idioma o lengua cualquier tipo de comunicación, ya sea verbal, gestual, gráfica o sonora dentro de una comunidad de humanos. La búsqueda de la Lengua Raíz, de la cual surgieron las demás lenguas, es un empeño que ha absortado a infinidad de inteligencias de todo el mundo. Lingüistas, filólogos, investigadores e insignes personalidades del ayer y de hoy han dedicado mucho tiempo de sus vidas a reconstruir y hallar ese lenguaje edénico que reunía en sí mismo la afabilidad y la superioridad de la creación humana. En esa búsqueda incesante siempre se ha estado rodeado por el misticismo y la espiritualidad. Estudiando las homologías lingüísticas entre dos lenguas como son el sumerio y el hopi, es de suma importancia que el idioma Hopi podemos encontrar vestigios de una protolengua universal, en la que englobaría la lengua Sumeria.
Muchas veces nos hemos preguntado si alguna vez existió una solo lengua, con la cual toda la humanidad se hubiese entendido sin ninguna dificultad. La ciencia oficial reconoce y establece casi 7000 lenguas en el mundo, cuyo origen y raíz se basan en el fundamento arcaico del habla humana desde la más remota antigüedad. A pesar de todos los estudios realizados, todavía no se ha podido determinar cual es la “Lengua Madre” de la cual derivan todos los idiomas hablados en la tierra. Nos falta hallar lo más importante el “Eslabón Perdido”. Como hemos comentado anteriormente, el origen de la lengua siempre estuvo rodeado de mucho misticismo, pues Las Sagradas Escrituras (La Biblia) nos menciona en unos de sus pasajes que el primer lenguaje escrito fue el arameo, relacionado estrechamente con el hebreo. El arameo data del II milenio antes de Cristo. Igualmente la Biblia nos habla de una confusión de lenguas sucedida durante el episodio de la Torre de Babel. ¿Sería ese el origen de la Lengua Madre?, ó por el contrario ¿será la lengua Anatolia nuestro verdadero origen? Algún día el ser humano será capaz de descubrir lo mas oculto de nuestras raices.