La estética precede.

 

Se aseguraba en la antigüedad que un hombre nunca haría nada nuevo si no es para refinar su propia estima y mejorar su imagen.
El afeitado es uno de los inventos más antiguos de la humanidad. Los egipcios, como en muchas cosas ya utilizaban las navajas de afeitar hechas de oro o de plata. Como pasa en la actualidad la moda de la barba iba y venia. Durante los precedentes siglos poco a poco se impulsó la venta de maquinillas de una hoja hasta las que hoy en día poseemos en nuestros hogares con tres y cuatro hojas, que hacen mucho más cómodo el afeitado sin apenas provocar ni un solo corte en la piel. La evolución del afeitado concluyó con la creación de la máquina de afeitar eléctrica creado por Jacob Schick en 1928. Lentamente y con el paso de los años este invento diseñado para el hombre pasó a la mujer pues ella también requería de un aseo corporal más refinado para su estética. Este invento hoy en día sigue en pleno evolucionismo incorporando al mercado nuevas técnicas de depilación tanto masculina y femenina como la depilación con cera o láser.
Todo un revolucionario mercado en expansión en el mundo entero hacen posible disponer de millones de establecimientos de dedicados a este fin.